miércoles, 14 de noviembre de 2012

Wyps

Volvemos a la serie de entradas de juegos que nos recuerdan al reversi, aunque sea remotamente, con un juego que usa letras para formar palabras: wyps. Este juego es creado por el por todos conocido Richard Malaschitz (y si no, recordemos Littlegolem, donde evidentemente se puede jugar.)

Más información:
- Página del autor; http://www.wyps.info/
- En la Board Game Geek; http://boardgamegeek.com/boardgame/43096/wyps
- En el primer blog que he encontrado un análisis; http://www.deskovehry.com/s-pribehem/708/review-wyps-snake-letters/en


En la imagen vemos un montón de fichas, todas ellas reversibles, blancas por un lado, negras por el otro, en ambos lados una misma letra. Y un tablero de fichas hexágonales formando un triángulo de 13 casillas de lado. Actualmente está disponible por 36 euros.

En un wyps de 13 necesitaríamos 91 fichas (con un reversi de 10 y rotuladores nos sobra). Con uno de 11 serían 66, con 10 son 55, y con 7 sólo 28.

Hay un número variable de fichas para cada letra dependiendo de lo frecuente que sea ésta en el idioma correspondiente. Por ejemplo, la w no se emplea en español.


El objetivo del juego es unir los tres lados del triángulo con nuestro color (blanco o negro) y que el contrario no pueda deshacer esta conexión en su réplica (y por lo tanto el único movimiento que le queda es abandonar).

La partida de arriba es en Littlegolem en la variante de tamaño 13 en francés. Las blancas ganan después de jugar "électron" (los acentos, obviamente, no se tienen en cuenta).

Inicialmente hay 7 fichas para cada uno, que vamos reponiendo del montón (sin ver cuáles son) hasta que se agoten. En nuestro turno colocamos las que queramos siempre que formen una palabra. La palabra puede estar formada tanto por fichas ya colocadas como por fichas nuevas. Y puede hacerse en línea recta o con todos los requiebros que queramos.

Si la hacemos en línea recta, volteamos a nuestro color todas las fichas empleadas que estaban colocadas en el tablero. Si lo hacemos en línea quebrada, escogemos sólo una de ellas para voltear. Un movimiento puede consistir en colocar una única ficha.

Se permiten plurales y formas verbales, por lo que podemos imaginar una secuencia de volteos continuos con, por ejemplo, comí/comía/comías. Es decir, en español, seguramente la s sea bastante valiosa.

Como en todos los juegos de formar palabras, el problema está en la necesaria lista de palabras que se permite jugar. Si es muy amplia, molesta ver al contrario usar palabras que a saber cuándo alguien las empleó por última vez y para qué. Si es muy reducida, frustra no poder usar palabras que no resultan raras en absoluto. Y no, no hay término medio.

Para solucionar esto, se emplean números.



En la imagen de arriba se han empleado números formando secuencias de éstos. Por ejemplo, el movimiento 14º fue 4444, el 11º fue 0123456789, etc.

En definitiva, un buen juego con muchas posibilidades. Podríamos acercarlo más al otelo cambiando el objetivo: acabar con más fichas de nuestro color, aunque tal vez sea más interesante tal como está, pues las reglas han ido evolucionando en Littlegolem hasta llegar a la versión actual.

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